La milenaria civilización de Caral, la más antigua de América, puede considerarse como símbolo de identidad e integración nacional. Asentada en el distrito de Supe, provincia de Barranca, a 193 Kilómetros al norte de Lima, tiene una compleja organización económica, política y social, así como una ideología y cosmovisión que se va descubriendo conforme avanzan los trabajos de excavación e investigación.

Fue un pueblo de evidentes logros científicos y tecnológicos. Lo atestiguan los vestigios hallados en las primeras investigaciones que datan de 5000 años. Las muestras pertenecen al Arcaico Tardío (3000 a 1800 años a. C.)

En la Ciudad Sagrada de Caral se ha encontrado valiosas piezas como el quipu más antiguo del continente y diversos instrumentos musicales entre flautas traversas, cometas, antaras y quenas.

Actualmente se realizan trabajos de excavación. Hoy se puede apreciar la parte del edificio piramidal central, un anfiteatro de celebraciones y ritos políticos y religiosos de este sorprendente pueblo que, con toda seguridad, aportará valiosas revelaciones de esta antiquísima cultura.

Para llegar al lugar desde Lima se enrumba por la Panamericana Norte hasta el kilómetro 184.  De allí parte un ramal a Caral que surgió en el área norcentral del Perú, antes que en cualquier otro lugar de los Andes y de América. Su antigüedad solo es similar a las civilizaciones más remotas del viejo mundo, pues cuando en Egipto se construía la pirámide de Sakara o, posteriormente, las pirámides de Keops, Kefren y Micerino, en el Valle de Giza, o cuando se ocupaban las ciudades sumerias de Mesopotamia o crecían los , mercados en la India, por esos tiempos, entre 3,000 y 2,500 a C, ya se levantaban y remodelaban los edificios piramidales de Caral, y en sus plazas se realizaban periódicas congregaciones con fines económicos, sociales y religiosos.

Pero mientras las civilizaciones del viejo continente intercambiaron entre sí bienes, conocimientos y experiencias. Las sociedades de Caral y del área norcentral de Perú avanzaron al estado civilizatorio precozmente, pues las otras poblaciones de Perú y de América quedaban en un estadio menor de desarrollo. Las construcciones más antiguas encontradas en Caral datan de 5,000 años a. C.

La economía de Caral fue básicamente pesqero-agraria basada en el intercambio. Promovió la especialización laboral, la interacción interregional, la acumulación de riqueza y el desarrollo.

Se construyeron estructuras arquitectónicas, residenciales y públicas. Muestran impresionantes edificios monumentales, como los de la denominada ‘’ zona capital’’ que congregó a ocho centros poblados, entre ellos la ciudad más extensa y compleja de la época, cuidadosamente planificada, con edificios piramidales, grandes plazas y varias agrupaciones residenciales.

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